martes, 18 de diciembre de 2012

Nuestro primer naufrago: L'OBRADOR DE PALOMA




A los naufragos a veces uno no los busca, los encuentra en mitad de la travesía. Y así nos pasó con Paloma y su restaurante L'Obrador, un local clásico que abrió hace más de 20 años y que ella decidió resucitar hace dos.

Paloma es enérgica, positiva y lista. Transparente, franca, directa pero amable. Lleva siempre unos pendientes grandes y llamativos... y hace unos gintonics espectaculares. Creció en Madrid, junto a los fogones del restaurante de sus padres en Sol, el mítico "Pazo de Monterrey", y siempre supo que algún día ella tambien se dedicaría a la restauración. Su carrera como abogada la llevo de Madrid a la city londinense y de ahí a Roma, donde aprendió una parte de vida bohemia que destila hoy en día también la Taberna L'Obrador.


A Paloma le quedan entre tres y seis meses de pulmón económico. Ha invertido lo que tiene y lo que no tiene en este antiquisimo espacio de techos altos y abovedados, que un día albergaron un convento, en la calle Segovia de Madrid. Los meses de verano los ha pasado practicamente vacío. Sin terraza en Madrid es muy dificil. A pesar de que la parte de atrás da a la Plaza del Alamillo, tras un calvario burocrático absurdo, nunca consiguió que le dieran la licencia y el restaurante languidece durante casi 4 meses al año.


 L'Obrador es un local antiguo, que destila tiempos canallas en los que la movida madrileña respiraba nocturnidad y alevosía. Con un punto Art Decó sui generis. Suelos de damero de marmol, paredes grises, sillas lacadas en negro y una sucesión de estancias en las que caben tres o cuatro mesas con manteles blancos impolutos que se vislumbran a la luz de las pequeñas velas. Es romántico y decadente, con un punto clásico a medio camino entre las trattorías romanas y los bistro franceses. Tiene una cava subterranea de ladrillo caravista rojo que además es un smoking club. Y abre su cocina hasta las 2 de la mañana en fines de semana.

Yo me enamoré del espacio nada más entrar. Me enamoré de Paloma y su energía, porque la gente curranta, lista y humilde siempre me fascina. De sus croquetas (bombas) de queso y gambas. Del pulpo con crema de cachelos y de los Mejillones con la "salsa de su padre"... -una salsa de bogavante brutal capaz de resucitar a un muerto-. Y no pude no ayudarla. No pude oirla contarme sincera cómo van las cosas y levantarme tras la cena como si nada y largarme a casa.

No tenía otra opción. Nos va bien, no somos la bomba pero somos felices y tenemos clientes fieles que contribuyen a que capeemos el temporal. Así que al día siguiente en la agencia (Mateo&co) pusimos la máquina a funcionar: Diseñadores rehaciendo sus logos, sus cartas, sus carteles, sus tarjetas...O redecorando espacios. Compramos pequeños portavelas para las mesas, jarrones plateados llenos de hortensias y pinsapo navideño. Mensajes en vinilo. Liamos a nuestro wine expert Andreas Kubach para que rehiciera la carta de vino. Llamamos a las chicas de nuestro equipo de comunicación y ellos a sus medios, llamada tras llamada lo contamos a Raquel Pelaez de Vanity Fair, a María Pardo de GQ a Juan Fornieles de El Mundo o a David Moralejo de Glamour... Y a partir de ahí seguimos llamando a proveedores y a clientes... a veces sin suerte porque la gente lo está pasando mal y a veces con la buena fortuna de que L'Obrador y Paloma fascinaban con sus Tagiatelle de Carabinero a amigas maravillosas y generosas como Marta Beltran de ADEFAM o la Galerista Raquel Ponce que ha cedido cuadros de su coleccion particular y de algunos de sus artistas para decorar las paredes.

La Galerista Raquel Ponce junto a Toni y Paloma distribuyendo las obras sobre plano
Una noche de cena canalla con Joaquín Torres, su socio Rafael Llamazares y la pintora Mercedes Rodríguez (esposa de Joaquín) salimos de allí con la reforma bajo el brazo. Joaquín, generoso hasta la médula, igualmente enérgico se sumó a nuestro proyecto para lo que fuera. Entre plato y plato se iba gestando una pequeña reforma: pintura, suelo... iluminación. Llegamos a la tarta de queso, a la Tarta Tatin -impresionante- y a los mojitos frappe habiendo tomado medidas y notas....pero ahí no se quedo la cosa... el lunes, un equipo de A-cero estaba en L'Obrador midiendo y dibujando planos.

Y aquí estamos. A medias de un pequeño plan salvavidas de comunicación. Con unas fotos programadas para esta semana, gracias a los amigos de Negami. Un par de periodistas pendientes de cita para comer y un facebook que aloja los pequeños avances que vamos haciendo. Ya estamos en Europa Press, y en Que Me Dices. Y el gran David Moralejo nos destaca en su blog (Diario Secreto de un Bont Vivant). La revolución no ha hecho más que empezar.

Si quieres ser parte de este proyecto. Si crees que puedes aportarnos algo. Si te parece que puedes ayudar con tu experiencia o tu tiempo, escríbenos. Necesitamos manos y cabezas para llegar a mover un sitio que merece la pena existir.
Busca L'Obrador en Facebook, compartelo en tu muro. Reserva, acercate y conoce a Paloma, cuentale que eres parte de esta gran historia, enamórate....de ella, del espacio, de sus carabineros o de sus pendientes y cuéntanos qué quieres hacer.

Gracias una vez mas por leernos,
Patricia Mateo

*Se me olvidó contaros que L'Obrador, no se sabe por qué, es ahora mismo el lugar favorito de muchos futbolistas madrileños. No es raro econtrarte a Sara Carbonero con Iker en un rincón a la luz de la velas (ella celebró aquí su último cumpleaños). O ver a Pepe, a Sergio Ramos pillado infraganti a salida con Pilar Rubio, a Marcelo (gran amante del vino).... Pero tambien actores, humoristas y presentadores...

Taberna L'Obrador
Calle Segovia 17
Madrid
Tel: 913 65 84 12

www.tabernalobrador.es

 

La Carta de L'Obrador entre trattoria romana y bistro parisino. Los postres son increibles.


Spaguetti o Tagliatelle con carabineros, un clásico de la casa.
Paloma ha mejorado el pulpo a la gallega añadiendo una crema de cachelos.
Cava 17 Smoking Club está en el sotano de L'Obrador. Es un lugar fantastico para fiestas, exposiciones o grupos.
Es el lugar en que Sara Carbonero celebró su cumpleaños. O donde Sergio Ramos celebró su última fiesta.



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